Peligros de utilizar un horno

Un horno es indispensable en cualquier hogar, pero si no se utiliza y mantiene adecuadamente puede suponer un grave peligro de incendio. Por ello, es necesario conocer los principales causantes de la mayoría de accidentes domésticos causados por hornos.

No utilices la función de autolimpieza antes de preparar una comida

La función de autolimpieza está diseñada para derretir literalmente la grasa, los goteos y las partículas quemadas que se acumulan en tu horno con el tiempo. Hablamos de temperaturas de 800 o 1000 grados, temperaturas que tu horno nunca alcanzaría normalmente. A veces esta alta temperatura puede llegar a quemar la resistencia o literalmente freír el sistema eléctrico.

No forres el fondo del horno con papel de aluminio

No recomendamos usar papel de aluminio para recoger los derrames porque el papel de aluminio refleja el calor y eso interfiere con la eficiencia del horno. Las alfombrillas para hornos son buenas, siempre que no cubran las rejillas de ventilación de la parte inferior del horno.

No cubras las rejillas de ventilación de la parte inferior del horno

Estas rejillas de ventilación proporcionan una circulación equilibrada del calor, algo que es crucial para mantener una temperatura uniforme en todo el horno.

No rocíes limpiadores en los mandos de control

Como los sprays de limpieza pueden penetrar en los componentes eléctricos a los que están conectados los mandos, es mejor pasar un paño húmedo alrededor de ellos en lugar de saturarlos.

No utilices el horno para calentar la cocina o la casa

Los hornos no están diseñados como fuentes de calor. El calor que generan está destinado a quedar confinado en esa pequeña caja: no hay un ventilador que expulse ese aire caliente para calentar una habitación. Su diseño es perfecto para cocinar. Sin embargo, es enormemente ineficiente desde el punto de vista energético mantener la puerta del horno abierta cuando éste está encendido. Y en el caso de los hornos de gas, esto puede provocar la acumulación de monóxido de carbono, que puede ser mortal.

La seguridad es lo primero

Cuando compres un horno nuevo, hazlo siempre en un distribuidor de confianza y sigue las instrucciones del fabricante sobre su instalación, uso y limpieza.

Registra siempre un aparato nuevo con el fabricante. De este modo, podrás ponerte en contacto con él fácilmente en caso de que sea necesario un aviso de seguridad o una retirada de producto. Aunque las posibilidades de que un producto defectuoso cause daños graves son escasas, el riesgo sigue existiendo y devolver un producto defectuoso u ordenar su reparación es muy fácil de hacer.

Comprueba periódicamente que el enchufe y la toma de corriente (si son accesibles) no presenten marcas de quemaduras, sonidos de arco eléctrico (zumbidos o crujidos) o que estén demasiado calientes al tacto.

Asegúrate de que tu casa está totalmente protegida por un dispositivo de corriente residual (RCD), que generalmente se encuentra en la caja de fusibles (también conocida como unidad de consumo).  Un RCD es un dispositivo que salva vidas y protege contra las peligrosas descargas eléctricas y reduce el riesgo de incendios eléctricos.

Si no dispones de protección RCD en la caja de fusibles de tus enchufes, considera la posibilidad de instalar una toma o enchufe RCD para protegerte a ti mismo y a tu propiedad de fallos graves en los aparatos.

A veces, los incendios de electrodomésticos están causados por algo que escapa a nuestro control. Las alarmas de humo y los detectores de calor son esenciales para mantenerte a salvo al dar la alarma en caso de incendio. Debería haber un mínimo de una alarma/detector por planta y colocar los suficientes para cubrir todas las zonas en las que podría iniciarse un incendio, y asegurarse de que se comprueban con regularidad.

Si se produce un incendio, no intentes luchar contra él. Sal y llama inmediatamente al 112 para dar la alarma.

Consejos para un uso seguro del horno

No dejes nunca la comida cocinándose sin vigilancia, aunque sólo salgas un minuto.

No utilices el horno como armario, ya que alguien podría olvidarse y encenderlo.

Asegúrate de mantener el horno limpio: la grasa y las salpicaduras de comida pueden incendiarse.

No utilices nunca agua en un incendio provocado por la grasa.

Mantén los guantes de cocina, los paños de cocina y otros materiales inflamables alejados del calor.

Apaga siempre el horno cuando no lo utilices.

Si tienes un horno de gas y hueles a gas, abre una ventana y sal de la habitación antes de llamar a un técnico.

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