Los teclados de ordenador de alta calidad pueden durar décadas aunque, como siempre, hay una pega. El polvo y la suciedad suelen apoderarse de un teclado mucho antes de que sus interruptores o componentes electrónicos empiecen a fallar. La limpieza, la tarea más importante de mantenimiento del teclado, mantendrá los agentes contaminantes a raya. Los derrames son un asunto totalmente distinto, así que tendrán su propia sección.
Limpieza y aspirado preventivo
Debes limpiar tu teclado de manera preventiva de forma regular. Evitar la acumulación de suciedad es importante, y es aún más crítico si comes junto a tu teclado. Con el tiempo, el polvo y la comida se funden parcialmente con la placa metálica pintada que soporta cada tecla. Esto es tan desagradable como incómodo, ya que hay que cepillar las partículas una vez adheridas.
1. Desenchufa tu teclado.
2. Utiliza una aspiradora para eliminar el polvo de la placa. Los mejores resultados se obtienen presionando suavemente la aspiradora sobre las tapas de las teclas y, en última instancia, actuando sobre cada una de ellas. Las pequeñas aspiradoras de mano sin cepillos giratorios funcionan bien, aunque también es posible utilizar una aspiradora de trineo con el accesorio adecuado.
3. Limpia todo el teclado con un paño de microfibra ligeramente húmedo.
4. Sécalo con otro paño. No utilices papel de cocina, ya que éste desprende partículas en el teclado y será completamente contraproducente.
Evita a toda costa los sprays de aire comprimido cuando limpies los teclados, ya que pueden tener dos efectos secundarios negativos. En primer lugar, el aire está bastante frío cuando se libera. Eso puede hacer que se acumule condensación en los arañazos o en las superficies metálicas desgastadas, lo que podría provocar corrosión. Este tipo de sprays también pueden desplazar el polvo directamente hacia los interruptores del teclado, lo que provocará una desagradable sensación a la hora de utilizarlo. Los aspiradores superan estos problemas al succionar la suciedad y almacenarla en sus depósitos y por tanto, alejar el polvo de los interruptores.
Limpieza y aspirado en profundidad
Algunas suciedades son persistentes y se adhieren a la placa a pesar de los tratamientos regulares de aspiración y limpieza. Además, una inapreciable capa de grasa procedente de los dedos se acumula gradualmente en las teclas del teclado. Afortunadamente, hay métodos probados y completamente funcionales que resuelven estos problemas.
1. Desenchufa el teclado.
2. Utiliza un extractor de tapas de teclas para retirarlas del teclado. La mayoría de las teclas grandes están estabilizadas con cables (espacio, intro, mayúsculas, etc.), lo que dificulta su extracción. Si no te sientes cómodo quitándolas y volviéndolas a colocar, lo mejor es limpiarlas con un paño de microfibra ligeramente húmedo.
3. Limpia las teclas con jabón de cocina o bien con pastillas para la limpieza de dentaduras postizas. Estas últimas son realmente efectivas.
Coloca las teclas en un recipiente, cúbrelas con agua tibia y añade dos pastillas. Déjalas en remojo durante al menos 6 horas, acláralas bien y extiende las teclas para que se sequen al aire. El agua tardará algún tiempo en evaporarse de los huecos de las teclas. El jabón de cocina es la segunda mejor opción, ya que es más difícil de aclarar.
Nota: Las pastillas para dentaduras postizas son un limpiador ideal para los teclados. Eliminan los aceites, esterilizan y no dejan apenas residuos.
4. Mientras los teclados están en remojo, utiliza un pequeño cepillo de cerdas duras (o un bastoncillo de algodón, que podría depositar algunos trozos de pelusa en el teclado) para liberar las partículas que se hayan adherido a la placa. Evita que las cerdas del cepillo se acerquen a los vástagos de los interruptores. Las cerdas podrían empujar el polvo hacia el interior del interruptor, dificultando la aspiración.
5. Aspira bien la placa con una aspiradora de mano o bien con una aspiradora de trineo. Si hay restos sueltos que la aspiradora no recoge, pon el teclado boca abajo y déjalo caer.
6. Si hay una mancha de suciedad en la placa, utiliza un paño ligeramente húmedo o un bastoncillo de algodón para limpiarla. También son viables otros pequeños utensilios de limpieza. Evita humedecer los interruptores del teclado si es posible.
7. Coloca el teclado boca abajo mientras se secan las tapas de las teclas para evitar la acumulación de polvo.
8. Vuelve a colocar todas las tapas de las teclas.
9. Limpia la carcasa con un paño de microfibra ligeramente húmedo.
10. Sécala con otro paño, no con papel de cocina. éste deja partículas y arañazos.
Cómo lidiar con salpicaduras y derrames en el teclado
Los derrames son el peor enemigo de un teclado. El agua no es especialmente peligrosa, siempre que desenchufes el teclado rápidamente y lo dejes secar durante un buen rato, pero las bebidas con saborizantes y refrescos (especialmente las azucaradas) lo estropearán todo de manera irreversible. No voltees ni inclines el teclado cuando se produzca un derrame.
Si el líquido no alcanza los interruptores ni accede a ningún componente relevante, puedes seguir usando el teclado después de una limpieza preventiva. Si desafortunadamente ha alcanzado algún interruptor o componente delicado, lo mejor será adquirir un nuevo teclado.
